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Juegos de Rol:

Fall out 3:

Bethesda recoge la exitosa fórmula Oblivion y la lleva al mundo Fallout. El resultado es fascinante. Un cruce de caminos con más de Elder Scrolls que de Fallout, pero un título de rol igualmente disfrutable y apasionante, que viene a enriquecer todavía más el fastuoso catálogo RPG de Pc. ¿Mejor o peor que Oblivion? Descúbrelo con nosotros.
Las preocupaciones de los aficionados estaban bien fundadas. La compra de los derechos de Fallout por parte de Bethesda Softworks parecía augurar un futuro para la saga que obviara su glorioso pasado para sumergirse en el no menos interesante presente de las series The Elder Scrolls.
Y es que los fans de los Fallout originales seguramente tendrán serios problemas para reconocer ante lo que se encuentran pues, salvo la ambientación postapocalíptica, el resto está cambiado prácticamente por entero. Sin embargo esta falsa tercera entrega de la saga no deja por ello de ser un profundo, intenso e inmersivo título de rol como al que pocas veces nos hemos enfrentado.
This is the Way the World Ends…
Fallout 3, como toda buena historia, comienza aportando la menor información posible, y emplazándonos a nosotros –el jugador- a ser precisamente quienes la descubramos profundizando en el videojuego.
En el año 2277 encarnamos a un niño que vive con su padre y el resto de una comunidad en un bunker, el Refugio 101. Totalmente aislados de los acontecimientos que se suceden en el exterior, y bajo una suerte de civilización con sus propias normas y leyes; la mayoría de sus ciudadanos han crecido ajenos a que en el exterior la tierra ha sido devastada por una guerra nuclear.

En Fallout 3 seremos un gigantesco lienzo en blanco. El argumento de inicio es un mero pretexto para fijar un contexto, y es que seremos nosotros quienes escribamos la historia en todo momento.
Nuestros primeros pasos, de hecho, los damos como bebé en un prólogo a modo de tutorial de movimientos, tan ingenioso como poco necesario. Los años transcurren a toda velocidad mediante elipsis temporales, y rápidamente saltamos a nuestro décimo cumpleaños, donde se nos facilita el Pip-Boy 3000 para hacer frente “a nuestras primeras responsabilidades”, y más tarde en la misma fiesta donde nuestro padre nos hace el siniestro regalo de un arma.
No daremos más detalles sobre el argumento pues, como decimos, el principal atractivo de Fallout 3 es el hecho de descubrirlo por nosotros mismos. Tan sólo apuntaremos que nuestro padre abandona el Refugio 101 sin decirnos palabra, y que tras una invasión de criaturas nos veremos obligados a abandonarlo para salir en su búsqueda.
Hasta entonces hemos transcurrido poco menos de una hora en el mundo del videojuego, y habremos vivido un sin fin de situaciones. En primer lugar habremos asistido a nuestro propio nacimiento donde, en una introducción tan ingeniosa como en realidad poco profunda, comenzaremos a dibujar los primeros esbozos físicos de nuestro personaje. Así escogemos sexo, nombre, raza, y el rostro entre las diez posibilidades predeterminadas de cada tipo. Si queremos editarlo a fondo podemos dar paso a las opciones para el rostro –ojos, cejas, nariz, boca, mejillas, etcétera-, además del tono de la piel, el tipo de peinado y la presencia o no de bello facial.

Las sensaciones al salir al exterior por primera vez son uno de los mejores momentos de Fallout 3. Sin saber qué hacer o a dónde ir, se nos planta en mitad de la nada, y tras recuperarnos de la ceguera temporal que el sol visto por primera vez provoca en nuestros ojos, comienza el periplo.
La importancia del aspecto del héroe es nula a lo largo del título, y el editor es ciertamente rudimentario, pero siempre se agradece tener cuanta más personalización mejor. Quienes tuvieran la fortuna de probar Oblivion se familiarizarán rápidamente con esta herramienta, pues a pesar de los cambios estéticos en esencia ésta es igual de accesible y, por qué no decirlo, de limitada.
Soy el Alfa y el Omega. El Principio y el Fin
Como decimos nuestra experiencia en el refugio 101 dura cerca de una hora, y eso únicamente para definir a nuestro personaje, ya que Fallout 3 es un videojuego que se lo toma todo con mucha calma.
Nuestro primer contacto con el desarrollo del personaje que todo juego de rol debe tener viene de la mano del libro Tú Eres Especial que encontraremos al principio de la partida en la fase de bebé. Bajo las siglas “Special” se esconden los siete principales atributos entre los que podemos repartir nuestros puntos de experiencia durante toda la partida: Fuerza, Percepción, Resistencia, Carisma, Inteligencia, Agilidad y Suerte.
Más tarde, y ya como fruto de nuestro crecimiento, nos someteremos a un examen que tiene que superar todo ciudadano de esta pequeña comunidad cuando alcanza los 16 años. Se trata del GOAT –Generational, Occupational, Aptitude Test. Algo así como el Test Generacional de Aptitud Ocupacional, una técnica muy habitual en Estados Unidos para orientar a los jóvenes sobre su posible futuro. Aquí se nos hará una serie de preguntas, algunas de ellas muy divertidas, que con las respuestas que facilitemos dictarán la clase de persona que podemos ser.

El mundo de Fallout 3 es uno de los más agrestes que hemos visto en un videojuego. Prepárate para beber agua hasta de los charcos. Eso si, aquí casi todo está contaminado, así que las medicinas para tratar la radiación serán fundamentales.
Al final del test de preguntas se nos informará del resultado, aunque si no estamos conformes con éste lo podemos alterar, pues según el propio profesor, todo el cuestionario no tiene demasiada importancia. Las catorce habilidades que aparecerán entonces podrán ser modificadas ligeramente, escogiendo tres de ellas que podremos potenciar ya al comienzo de la partida.
Así mejoraremos nuestra capacidad para el comercio, la efectividad con las armas grandes –lanzacohetes, lanzallamas, ametralladoras-, la efectividad con las armas de energía –rifles laser-, nuestro manejo de los explosivos, la habilidad para abrir cerrojos, los conocimientos de medicina para reponer nuestra salud, el combate cuerpo a cuerpo, la destreza para reparar objetos y armas, la capacidad para hackear ordenadores, la pericia con armas pequeñas -rifles de asalto, pistolas, etcétera-, el sigilo, la labia y la lucha sin armas.

Cada vez que subimos de nivel accedemos a todos estos menús, y progresamos con nuestro personaje en las diferentes habilidades. Además iremos desbloqueando las Ventajas, es decir bonus para determinadas características en los que podemos obtener un plus, y que aparecerán en función de las decisiones que vayamos tomando. Por poner un ejemplo podemos ser especialmente duchos en el diálogo con el sexo opuesto, y tener opciones extra a la hora de tratar con ellos o incluso más efectividad al intentar matarlos.


Rise of the Argonauts:

Con muchísima expectación recibíamos Rise of the Argonauts: Por su condición ambiciosa y atípica, y por suponer el último gran lanzamiento de 2008. El resultado, sin embargo, está lejos de las expectativas; resultando un título demasiado pobre en lo jugable y en lo tecnológico como para poder tenerlo seriamente en cuenta.
Visto desde la lejanía Rise of the Argonauts tenía muchos mimbres para convertirse en un título, cuanto menos, interesante. Ambientación extraordinaria y novedosa, reciclaje de grandes relatos de la mitología griega, aparentemente hábil mezcla de géneros… Su presentación en el E3 del 2007 nos dejó sensaciones positivas, y así lo dejamos claro con nuestras impresiones desde el evento; aunque todo ello parece haberse diluido en el momento más importante de la carrera de un videojuego, el de su lanzamiento.
Sabíamos también que de sus responsables se podía esperar lo mejor y lo peor, puesto que Liquid Entertainment ha pergeñado juegos tan dispares como los notables Battle Realms y Dragonshard, y al mismo tiempo los lamentables The Lord of the Rings: War of the Ring o Mujeres Desesperadas: El Videojuego.
Así pues nada podía sorprendernos de la puesta a la venta de Rise of the Argonauts, puesto que tan pronto podía convertirse en uno de los juegos del año como en una soberana pérdida de tiempo. Lamentablemente el videojuego fija su posición entre dos tierras, quedando sumido en la mediocridad. El último título de Liquid Entertainment es aburrido y torpe, y sólo se salva del descalabro más absoluto debido a algunas propuestas medianamente interesantes que por desgracia no acaban de explotar en ningún momento.

Las algo más de 10 horas de campaña de Rise of the Argonauts dividen su tiempo a partes iguales entre diálogos y combate. El videojuego es una atípica mezcla entre Hack and Slash, RPG y exploración.
Mucho Hablar y poco Matar Hacen de Jasón un Niño Aburrido, Mucho Hablar y poco Matar…
En Rise of the Argonauts encarnaremos al mítico Jasón y a sus Argonautas en su no menos clásico viaje en busca del Vellocino de Oro. El objetivo es encontrarlo para revivir a su esposa, asesinada al inicio del videojuego por una misteriosa organización de peligrosas intenciones. Encontraremos a lo largo de la aventura a toda clase de criaturas mitológicas como Titanes o Centauros, y estaremos acompañados de todos los personajes clásicos del relato como Pólux, Castor, Orfeo, Hércules, Teseo, etcétera.
No profundizaremos demasiado en el argumento puesto que quienes conozcan el mito griego del hijo de Esón y Alcímeda sabrán de sobra su historia, y quienes no hayan tenido oportunidad de leerla disfrutarán más del videojuego sin saber cómo se desarrolla. Pero si que hay que dejar claro que la historia y su desarrollo es, precisamente, uno de los mayores problemas del título que nos ocupa.

Recorrer diferentes escenarios es una de las claves de Rise of the Argonauts. En muchas ocasiones deberemos buscar algo o alguien con escasas indicaciones. La conversación con diferentes personajes será la clave para obtener pistas.
Está claro que el material de base es inmejorable, pero la ejecución no resulta satisfactoria. Hay una cantidad de diálogo ingente, y pese a que se desarrolla en un acertado estilo deudor de Mass Effect, lo cierto es que la cantidad de conversaciones sigue resultando abrumadora, y no hace otra cosa que minar el ya de por si escaso sentido del ritmo del título.
Lo que decimos por boca de Jasón, por lo tanto, se nos presenta en ramas de diálogo en las que sólo determinaremos, por ejemplo, el estado de ánimo del protagonista para sus respuestas, al igual que en el videojuego de BioWare. No obstante el efecto que hacía fluir las charlas en el título del 2007 era la sensación real de estar avanzando, y siendo nosotros mismos quienes escogemos el camino. Sin embargo en Rise of the Argonauts el efecto es totalmente opuesto, y es que lo que se transmite es que digamos lo que digamos nuestro posicionamiento y camino permanece ciertamente inalterable, recorriendo cadenas de diálogos ciertamente lineales y con pocas posibilidades.

Uno de los mayores problemas de Rise of the Argonauts en el combate es su escasa dificultad. El sistema que el videojuego emplea para regenerar la energía de Jasón es muy generoso.
De ser éste un Hack and Slash al uso no pondríamos demasiados peros a este valiente, aunque torpe, planteamiento conversacional. Pero el videojuego de Liquid Entertainment pone combate y diálogos casi a la misma altura, y el tiempo que pasaremos hablando y el tiempo que pasaremos matando son prácticamente idénticos. Este factor resulta decisivo a la hora de quebrar un ritmo que el título tampoco consigue levantar en exceso con unos combates que resultan correctos pero discretos.
Combate a Muerte en la Cólquida
Poco que alegar contra la distribución de controles, la respuesta y el manejo de Jasón en los enfrentamientos que llevaremos a cabo a lo largo de Rise of the Argonauts. Todo resulta rápido y ágil, y podemos tan rápido cambiar de armas como utilizar ítems de curación o usar el escudo.
El problema de todo el apartado se deriva de dos aspectos fundamentales, en primer lugar el videojuego es demasiado sencillo y en segundo hay pocos incentivos para no convertirlo en un machacabotones de lo más soporífero.


Sacred 2:

Cuatro años después de su estreno en PC, Sacred madura a un bajo precio y poniendo el mundo de Ancaria tanto al servicio del bien como del mal. Dos facciones, seis razas y un enorme territorio a explorar son las claves para justificar un ya no tan usual intento por mantener con vida a la variante más rolera y tradicional del “hack ‘n slash”. ¿Le darás tú una oportunidad?
Recibir un videojuego para PC con una calidad más que aceptable, una duración abrumadora y un precio competitivo no es algo demasiado habitual en los últimos meses. No obstante, esa es precisamente la descripción que se merece Sacred 2: Fallen Angel, la secuela (que no continuación argumental) de aquel Action RPG “hack ‘n slash” que los alemanes de Ascaron Entertainment se sacaron de la manga hace ya cuatro años.
Basado en el mundo fantástico que tradicionalmente recubre a la mayor parte de los juegos de rol, esta segunda parte no quiere continuar los hechos acaecidos en el primer Sacred, sino más bien irse 2.000 años atrás para demostrarnos que una ventaja de los videojuegos es la posibilidad de elegir si defender a las fuerzas del bien o de la oscuridad.
En total, se nos ofrecen dos campañas diferentes (luz o sombras), aunque con la variante que implica el jugarlas con hasta seis razas distintas. A este respecto, vuelven los serafines, esta vez rodeados de nuevos personajes como los guerreros de las sombras, los altos elfos, los dryad (criaturas del bosque), los guardianes del templo y los siniestros inquisidores. Todos ellos gozan de una personalidad, posibilidades y misiones diferentes en el vasto territorio de Ancaria, aunque comparten un mismo objetivo: hacerse con el control de la energía T, una poderosa fuerza capaz de inclinar la balanza en favor del bien o del mal.

¿Cuál es tu próximo objetivo? Si no lo sabes, mira la parte superior derecha de la pantalla. Allí la flecha roja del minimapa nos indicará el próximo punto al que ir, dejando las indicaciones blancas para las “quests” que queden por completar.
Sacred camina hacia la madurez
Resulta notorio que, dependiendo del bando escogido, la aventura sea parcialmente diferente, puesto que no sólo cambian las habilidades de combate, sino las “quests” y, por supuesto, los propios puntos de inicio de la aventura. Cada raza es un mundo a descubrir y mucho más si pensamos la cantidad de tiempo de juego que se hace necesaria tanto para subir de nivel a nuestro protagonista como para hacerle recorrer las decenas de pueblos, mazmorras y demás localizaciones (incluidos bosques, desiertos y montañas) que nutren el variado mundo de esta segunda entrega de Sacred.
Ancaria es un lugar donde tan pronto es de día como de noche, donde los NPC salen y entran de sus casas y donde, como buen “hack ‘n slash” que es, los enemigos nos perseguirán allá donde vayamos. Los combates, en este sentido, son en tiempo real (al estilo de títulos como Diablo), frecuentes, multitudinarios en algunos casos y frenéticos en la mayoría de ellos. La acción principal no pasa de pulsar el ratón izquierdo del ratón para golpear una y otra vez a unos rivales con una IA bastante limitada, pero es algo que resulta suficiente como para provocar situaciones de combate jugablemente placenteras.
Hay una gran variedad de enemigos y todos ellos están colocados de tal manera que la progresión en niveles de experiencia sea lo más desafiante posible. No se hace necesario pararse demasiado para mejorar nuestros atributos y, además, todo se hace más llevadero si, aparte de usar los portales, las monturas o los puntos de guardado dispersos por el mapa, nos hacemos con el armamento y equipamiento óptimos para cumplir con las obligaciones que se nos han encomendado.

Sacred 2: Fallen Angel ofrece la misma inmensidad de un MMORPG pero sin que exista una interacción online masiva. Tiene decenas de horas de juego y una cantidad de “quests” tan interesantes como la cantidad de localizaciones a recorrer.
El interminable mundo de Ancaria
Dagas, espadas, lanzas, bastones, hachas, arcos, escudos, cascos, armaduras, emblemas, pociones… En las tiendas de las ciudades es posible encontrar todos estos elementos –y muchos más– con los que conseguir un personaje único y completamente personalizado, puesto que cada modificación sobre el equipamiento original provoca una transformación tanto a nivel visual como jugable.
Verdaderamente, el mundo de Sacred 2: Fallen Angel está pensado para usuarios que busquen una enorme duración, pero también para aquellos que odien las pantallas de carga. La razón está en que Ancaria genera sus entornos a medida que los vamos recorriendo. Es un ejercicio adicional que debería consumir más recursos de la CPU, pero lo que hemos notado nosotros es que el título apenas se despeina durante el proceso, realizando un trabajo de optimización que, aunque no supera a la media, sí que permite mover los modelados 3D en una relación calidad-rendimiento realmente notable.
La culpa probablemente la tenga el nuevo motor de renderizado que se ha diseñado para la ocasión (el cual nos muestra la acción desde una perspectiva que intenta calcar a la clásica vista isométrica), pero también tiene mucho que ver el número de opciones que se nos permite manejar por si tenemos un equipo cuyas especificaciones no lleguen a las recomendadas (un Dual Core a 2 GHz, dos gigas de RAM y 512 megas de vídeo). En este sentido, es remarcable el control de aspectos que van desde lo más básico –como la resolución de pantalla– hasta lo más avanzado: la calidad de las texturas, la presencia de efectos climáticos, el “antialiasing”, el detalle de las sombras, la definición del suelo…

Cada personaje de esta segunda entrega de Sacred dispone de sus propias habilidades de combate. De nosotros dependerá aprenderlas, así como guiar la evolución de nuestro ser hacia una rama u otra dentro del árbol de especialidades.
Calentando motores a un bajo precio
Por tanto, nos encontramos con un videojuego con muchas virtudes. Es largo, ofrece variedad de contenidos, goza de un acabado de calidad, se mantiene en la línea purista de los Action RPG para PC… pero falla en algunos aspectos que denotan, tal vez, un cierto apresuramiento en su lanzamiento. Nos referimos a sus frecuentes “bugs” y a una localización al español incompleta. Es cierto que son defectos que no llegan a enturbiar demasiado la experiencia de juego (además de que, a buen seguro, se irán resolviendo con el tiempo a través de parches), pero por el momento son problemas que no deberían de estar en una obra que, eso sí, hemos de decir que puede presumir de un apartado sonoro excelente.

El equipo de doblaje se nota que se ha metido bien en su papel, dando lucidez e integrándose a la vez con unas composiciones musicales que no escatiman en recursos a la hora de usar voces de coros o instrumentos orquestales. Cada facción dispone de su propio repertorio e, incluso, se cuenta con profesionales del “metal” (en concreto, los alemanes de Blind Guardian) que han aportado algún que otro tema a la causa.

Por 20 euros no se puede pedir mucho más, o a lo mejor sí, como por ejemplo un modo multijugador que en el caso de los compatibles admite un máximo de 16 jugadores en la variante de juego PvP (Jugador vs Jugador) y cinco usuarios en el PvE (Jugador vs Entorno) de la campaña cooperativa. Habrá que ver si en consolas se logra un resultado similar durante el primer trimestre del próximo año, pero por el momento los PC tienen otro juego de rol con el que calentar motores antes del ansiado Diablo III.
Valoración de Sacred 2: Fallen Angel
En un mercado tan recientemente castigado como el de PC, la llegada de un título con una relación calidad-precio tan bien ajustada da muchos ánimos para seguir confiando en el poder de los compatibles como plataforma de diversión. Sacred 2: Fallen Angel puede contener ciertos errores en su programación e incluso un poco de precipitación en su lanzamiento, pero en su conjunto es uno de esos juegos tradicionales de rol “hack ‘n slash” que encantará a los amantes del género.


Lineage II:

http://www.lineage2.com/pds/images/wall50.jpg

Pagina web principal http://www.lineage2.com/ (No esta en Español)

Worlf of Warcracft: Pagina web principal: http://www.wow-...es/index.xml


Silkroad Online:



Página oficial:
Www.SilkroadOnline.net/


Requisitos mínimos para SilkRoad Online:

· Win98/ME/2000/XP
· Pentium 3 800MHz 256 MB de RAM
· Tarjeta Grafica 3D GeForce2
· DirectX 9.0b
· 3GB de HD

Descripción:

Los juegos de rol online están proliferando rápidamente por internet, en esta ocasión os presentamos un impresionante juego de rol online gratuito.

Este juego destaca por su aspecto gráfico, realmente impresionante, al igual que una jugabilidad destacada.

Ambientado cuando el Imperio Romano intenta conquistar China, lo interesante del juego es que al ser online permite la interacción de varios jugadores, pudiendo crear clanes, lista de amigos, y sobre todo, una amplia gama de acciones y evoluciones (de nuestro personaje).



 

 
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